La vida de Carmen ha sido una comedia quijotesca: sobrevivir a la guerra, hacerse monja, divorciarse en una sociedad conservadora y tener numerosos amantes, siempre desafiando las normas. Ahora, a los 86 años, está planeando su suicidio. La película sigue sus últimos días, explorando el vínculo con su hijo adoptivo, así como su recorrido hasta enfrentarse con la muerte según sus propios términos.
Carmen nació en Valdepeñas, en La Mancha. Sobrevivió a la guerra, al hambre y a las limitaciones de ser mujer en una sociedad conservadora. Tras catorce años en un monasterio, fue expulsada por “mal comportamiento”. Una vez libre, se compró una falda y se fue a Madrid a perder la virginidad, provocando un escándalo en su pueblo.
Cincuenta años después, la conozco en Madrid, donde tiene previsto suicidarse dentro de seis meses. Empieza a regalar sus pertenencias y revela un vínculo complicado con Arcelindo, un niño caboverdiano al que cuidó tiempo atrás. Mientras rebusca recuerdos, quema fotografías y se va despidiendo, el absurdo de su plan se va desvelando. ¿Seguirá siendo esto una comedia?